Diciembre de FERIA

¡¡Rato Libro está de feria!!
Venta de libros para chicos. NUEVOS. ¡¡Hermosas editoriales!!
SÁBADOS 5, 12 Y 19 de DICIEMBRE
10 A 18 hs.
Salvador María del Carril 2541 2º , Agronomía/Villa Pueyrredón
(Solo efectivo)

Elsa, siempre presente

Tarde poética y primaveral en Rato Libro. Nos sentamos a oír los poemas de Elsa Bornemann compilados en el libro "Un día, una brujula".

Y mientras los escuchábamos, las imágenes fueron guiando a la mano que dibujaba lo que quisiera.

 Y como nos quedamos con ganas de seguir jugando con las palabras, inventamos este poema.

Hice un dibújico

con marcodóricos.

Me quedó extráñico

y un poco rárico.

Usé crayónicos

y lapicéricas           

y ahí el dibújico

quedó colórico.

Desde el dibújico

un personájico

me dijo “¡Hólica!”

y me dio un abrázico.

Yo le di un bésico,

lo tomé en brázicos,

fuimos a cásica

a tomar heládico.

Cuando el dibújico

tenía suénico

con mis crayónicos

y marcadóricos

le hice una cámica

con una almohádica

y dije bajítico

“Que sueñes líndico.

Chau, buenas nóchicas,

hasta mañánica”.

 (Homenaje a “Cuéntico bóbico para una nénica aburrídica”, de Elsa Bornemann)

    Mile (8 años) , Eva (7 años), Luli (7 años) y Cami (7 años)

Si yo fuera Pulgarcito

Hoy conocimos el Diario secreto de Pulgarcito y tratamos de imaginarnos cómo será tener el tamaño de un dedo pulgar.

 

 

Y pensando, pensando, entre todos, surgió este poema:

Si yo fuera Pulgarcito…

Si yo fuera Pulgarcito

espiaría sin que me vean.

Me metería en las narices de la gente,

les sacaría los mocos,

¡y se los pondría en la boca!

Me subiría al pelo de alguien

a pelear con los piojos.

Viajaría en la ceja de un amigo

o arriba de un conejo.

Jugaría con un dinosaurio bebe

(pero uno que no me coma)

Le pediría a mi hermana

un avión de juguete

y me iría volando.

Dormiría en una cuchara

o en la cola de mi gato.

Si yo fuera Pulgarcito

sería

muy

muy

muy

chiquitito.

                                                                                  Cande, Caetano, Benja, Guille, Joaco y Camilo

(4, 5 y 6 años)

 

Y usando los pulgares como referencia, cada uno se dibujó de Pulgarcito.

Semillas de cabañas

Desde hace un tiempo, en Rato Libro nos preparamos  para vivir una experiencia muy importante. El domingo 15/11, en el marco del Filbita, los chicos van a entrevistar al autor francés Philippe Lechermeier.
Por eso, en los distintos grupos, estamos recorriendo su obra y también escribiendo y jugando a partir de lo que esas lecturas nos sugieren.

El viernes, luego de disfrutar "Semillas de cabañas", cada una creó su propia cabaña. Si les gusta alguna, será cuestión de ir en busca de las semillas...

La cabaña imposible

Se encuentra en la nubes de un país imaginario, donde la imaginación creará tu cabaña.

Antorchas de algodón de azúcar, faroles de miel, y hasta un lago de barquitos de papel.

Todo, todo lo que la imaginación deseo.

(Lástima que esta cabaña es imposible de conseguir)

                                                                                         Olivia

La cabaña batidora

Un día así, un día asá.

Para quien se siente

cada día diferente

una cabaña ideal.

Un día aventurero

se mezclan:

Una soga de rapel, un casco de bicicleta, tres curitas,

unos  cuantos raspones, la sombra de Peter Pan…

Se obtiene una cabaña peligrosa, preciosa, inexplorada

y con vista al lago.

Un día romántico

se mezclan:

Diez corazoncitos de papel, un suspiro en cada rincón,

un sol de las tres de la tarde, libros para relajarse…

Se obtiene una cabaña tranquila, con rincones para suspirar mientras se

lee doblando cada esquina y una deliciosa merienda para dos.

Sea el día que sea, nunca faltan libros en el lugar más inesperado,

lugares en los cuales pensar y algún pedacito de día anterior.

Cuando encontré una semilla hice un experimento:

la metí adentro de la cabaña batidora

y salió otra cabaña batidora.

Por suerte adentro de ella había otra semilla, así que,

¡basta de experimentos por hoy!

1-1+1=1

                                                                  Vera

La cabaña de los ojos

Entrás y te miran, salís y te miran

porque ellos tienen ojos

hasta en la espalda.

Ojos verdes, azules, rojos y violetas

todos fijos en vos.

Tranquilos y quietos

solo te mirarán.

Pero estos ojos no ven

solo tienen el sentido del olfato.

Así que puedes hacer

lo que te de la gana, total

no te ven.

Eso sí, ponte un perfume

porque si te huelen

quedarás

entre

sus

párpados.

 

                Irina

La cabaña de las historias

La cabaña de las historias cambia de forma todo el tiempo, depende de lo que te imaginás.

Puede ser de chocolate. Puede ser de todo lo que decís, te cuentan o leeés.

Grande, linda, con muchas habitaciones.

O chiquita fea y solitaria.

Puede ser posible.

O imposible.

Todo lo que estoy contando se está escribiendo ahora en esa cabaña.

                                                                                            Paloma

Un rato de cartón

 Jugamos con cajas que-no-son-una-caja y se convirtieron en naves, aviones, barcos, casas, caparazones, autos de carrera, camas... Y en una cabaña de cartón.

Cartas, cartas...

 El viernes leímos algunas de las cartas del libro "Cartas escritas con plumas y pelos", escrito por Philippe Lechermeier y deliciosamente ilustrado por Delphine Perret.
Nos encantó y aprovechamos para sumergirnos a investigar cómo es eso del género epistolar.

Y la verdad, cartas van, cartas vienen, nos divertimos un montón.

Querido hijo:

      Tengo que decirte algo…

       Soy Batman.

                    

                  Con amor

                       Papá

 Querido padre:

   ¡Qué copado! Entonces, ¿me prestás el batimovil?

               

                   Con amor

                       Tu hijo

Querido hijo:

      Soy Batman. No imbecil.

                    

                  Con amor

                       Papá 

                                             (Martina, 9 años)

Metamorfosis por un ratito

 ¿Alguna vez se imaginaste cómo será levantarse una mañana y descubrir que te convertiste en un escarabajo? ¿O que ahora tenés el cuerpo de tu gato?
Eso pasó en las historias que leímos hoy.
Entonces cerramos por un rato los ojos, imáginábamos que nos mirábamos al espejo y... ¡nos habiamos convertido en otra cosa por un rato!
Como una Guille dinosaurio, por ejemplo. O un Benja escarabajo al que su gato mira asombrado.

 O una Meme coneja...

 Un Camilo cocodrilo de dientes afilados...

O un Joaquín que se hizo araña y trepa por las paredes ante la mirada de su hermana que no lo puede creer...

Pero, tranquilos. Estas transformaciones  fueron solo por un rato.
Ahora ya son chicos nuevamente.
Al menos por ahora ;)

Contratapas

Hoy, sin darnos cuenta, nos encontramos hablando de contratapas. De lo que les gusta y lo que no, de qué información hace falta y cuál sobra, etc.
Entonces, enseguida surgió la propuesta de comenzar a escribir un libro, pero tomando su contratapa como punto de partida.

Pepe es el último integrante de la dinastía Uranium y heredero del famoso dicho “Tu mamá es hombre”. Luego de encontrar un libro de hechizos de insultos busca convertirse en el mejor archimago de insultos de todos los tiempos. Además de querer ser el mejor entrenador Puchamon de la historia. ¿Podrá combinar su doble vida? ¿Y capturar al tan deseado Jhon Cena?

                                                                                                                                                         (Tincho)

 

En el extraño mundo de Mía su vida como reina terminará por la horrible llegada de la malvada pero joven bruja Clara. Mía deberá sobresalir en su reino para seguir siendo la favorita del pueblo y de los dioses. ¿Logrará poner a Clara detrás de la C.A.P (Cuna Anti Poderes)?  

                                                                                                                                                          (Agus)

                       

El cama-león

Seguimos homenajeando a Roald Dahl y su "¡Qué asco de bichos!".
Esta vez, los chicos del grupo de los lunes, inventaron un poema entre rugidos y bostezos...

El cama-león

Don cama –león

hoy se vistió

con una sábana

color banana,

se lavó la cara

toda hecha de almohada,

peinó su melena

rellena de tela.

Luego llegó su prima

y jugó a las escondidas.

Le ganó una carrera

con sus patas de madera.

Don mono llegó

y sobre él se durmió.

Cama- león rugió

y también bostezó.

Él también se quedó dormido

como un pajarito en su nido.

Así es el día de cama – león

un poquito cama, y un poquito león.

Cami, Ema, Luli, Mile, León y Eva (6 y 7 años)

 

Abrir la puerta para...

Abrimos puertas, abrimos ventanas, y vamos descubriendo...

 sorpresas...

 historias escondidas...

  personajes...

¿Cómo no querer hacer nuestra propia historia con puertas?

¡Qué asco de bichos!

Escuchamos boquiabiertos y fascinados los poemas escritos por nuestro amado Roald Dahl en "¡Qué asco de bichos!". Y por supuetso no nos quedó otra que jugar un poco con versos, rimas y bichos...
Acá, una muestrita...

Había una vez en Humahuaca
dos terriblemente distintas vacas.
La primera, como dice la lección,
nunca se perdía la lección
y la otra desobedecía sin ton ni son.
El día en que todos la hicimos trizas
tirándole a una de las dos tizas
la otra con ánimo ayudaba
y a molestarla nos animaba:
- ¡Vamos, péguenle a ese gran can
que ayer en casa se comió mi flan!
Y los días siguientes
cuando la gente vendía hasta sus dientes
para ver a la vaca estudiosa
nosotros decíamos “¡Pero qué cosa!”
e íbamos con la vaca terrible
a montar el gran dirigible
de donde venía la gente curiosa
a ver a la vaca maravillosa
que todos los días estudiaba
y a grandes autores admiraba.
En la escuela solo ella aprendía
y todo era un festín noche y día.
Por supuesto, la otra gemela vaca
era la admirada por todos los chicos en Humahuaca.
Hasta que un día la lección
tuvo su venganza, y con razón,
hizo a todos sufrir una gran transformación
que nos vio en borricos convertidos,
¡ay, por dios, qué triste destino! 

                               (Vera, once años)

Con la cabeza llena de cosas

Hoy los chicos más chiquitos leyeron "Monstruos en el pelo" de Brocha (Pablo Medici) y les encantó.

Y, al igual que los personajes del libro, ellos también terminaron con monstruos, flores y pájaros en la cabeza.

¡¡¡Atentos los piojos, que ya no están solos!!!