viernes, 24 de abril de 2015

Mientras el lobo sí está

En la tarde de ayer, entre gruñidos y rugidos, los más chiquitos de Rato Libro conocieron muchos libros sobre lobos.  







Inspirados con estas historias lobunas, cada uno puso manos a la obra para convertirse en ...LOBO. 



Y así fue como aparecieron lobos de todo tipo. Algunos buenos, que les dan de comer a los pollitos y son vegetarianos. O un lobo como Peperoni, que come Caperucitas Rojas, Verdes, Amarillas y de todos los colores, pero no chanchitos porque en su barrio no hay.



lunes, 20 de abril de 2015

Mágico intercambio entre tiempos, aromas y colores

La semana pasada, todos los que hacemos Rato Libro fuimos sorprendidos con una carta y una hermosa sorpresa.




Querido Rato libro:
mi nombre es Paula y tengo un taller parecido a vos. Allí también leemos, escribimos, jugamos con las palabras. La única diferencia es que en el mío, las talleristas han vivido mucho, mucho más tiempo que tus chic@s. Por eso, cuando les conté de vos, se nos ocurrió que podíamos mandarte de regalo eso que a nosotros nos sobra: tiempo. 
Como estuvimos trabajando con El libro negro de los colores, nuestro regalo se llenó de olores, sabores y colores. Esperamos te guste y, si te dan ganas, nos cuentes qué hiciste con nuestro regalo.
Acá va:
  • Una temporada de jazmines, blanca y sedosa, suave, ácida, llena de infancia.
  • Un día frío de invierno, para hacer pizzas.
  • Una hora de baño, blanca amarillenta y templada, con olor a madera nueva.
  • Un verano con las frescura de las lavandas en el aire, cerca del mar.
  • Una primavera de jazmines con enredaderas. 
  • Un verano de pasto regado, verde azulado.
  • Una mañana que despierta con olor a tostada recién hecha.
  • Un sábado de panqueques de banana.
Si tenés una compu, podés ver (y recorrer con la ruedita del mousse) nuestros regalos acá:
Te mandamos un beso (de un celeste suave, con olor a mandarina),

                                                                               Paula, con Marta e Inés *


 Ante tan lindo regalo, nos dieron ganas de hacer lo mismo que habían hecho Marta e Inés junto a Paula. Por eso comenzamos también leyendo "El libro negro de los colores".

Después, con los ojos cerrados, fuimos sintiendo diferentes olores.


 Y a partir de lo que sentían, a dónde los transportaba y con qué colores lo asociaban , cada uno escribía un momento para cada olor. 





Elegimos algunos y se los mandamos junto a una carta. Felices de haber logrado este intercambio tan amoroso entre tiempos, aromas y colores.





Una tarde con olor a pasto recién cortado, verde, saltarina y cantada por tres chicos que saltan la soga.

Una tarde lluviosa, dulce. Amasando, esperando con impaciencia ese marrón chocolate que es la merienda.

Un azulcito, verdecito, blanquito, pícaro, de tu mejor amigo pasándote caramelos picantes de menta debajo del banco.

Tres de la tarde.
Vacaciones en Córdoba.
Divertido y picante.
Verde menta. 

Las siete y media de la tarde de un domingo y tu abuela te dice “Vení. Te voy a dar un libro de cuando yo era chiquita. Seguro que te va a gustar”.

Un helado de limón, a la tarde, en la casa de mi abuela.

Mi abuela y mi tía a la tarde charlando mientras toman mate y miran la tele.

Pasto y tierra después de una lluvia en las montañas.

El color verde, como una tarde de amigos en el campo.

Una tarde en familia con mate y torta fritas.

Marrón café, el rico olor que te marca la mañana.

Blanco manzana, linda tarde de otoño.

Una tarde soleada para hacer torta de chocolate marrón.

Una tarde blanca comprando cereales.

Una puesta de sol naranja con mi mejor amigo en la biblioteca.

Yerba color verde como cuando mi abuela toma mate.

Tarta de manzana rojo primavera.

Diccionario con palabras blancas creando en el futuro.

En la tarde está para comer algo naranja.




Una tarde con olor a pasto recién cortado, verde, saltarina y cantada por tres chicos que saltan la soga.

Una tarde lluviosa, dulce. Amasando, esperando con impaciencia ese marrón chocolate que es la merienda.

Un azulcito, verdecito, blanquito, pícaro, de tu mejor amigo pasándote caramelos picantes de menta debajo del banco.

Tres de la tarde.
Vacaciones en Córdoba.
Divertido y picante.
Verde menta. 

Las siete y media de la tarde de un domingo y tu abuela te dice “Vení. Te voy a dar un libro de cuando yo era chiquita. Seguro que te va a gustar”.

Un helado de limón, a la tarde, en la casa de mi abuela.

Mi abuela y mi tía a la tarde charlando mientras toman mate y miran la tele.

Pasto y tierra después de una lluvia en las montañas.

El color verde, como una tarde de amigos en el campo.

Una tarde en familia con mate y torta fritas.

Marrón café, el rico olor que te marca la mañana.

Blanco manzana, linda tarde de otoño.

Una tarde soleada para hacer torta de chocolate marrón.

Una tarde blanca comprando cereales.

Una puesta de sol naranja con mi mejor amigo en la biblioteca.

Yerba color verde como cuando mi abuela toma mate.

Tarta de manzana rojo primavera.

Diccionario con palabras blancas creando en el futuro.

En la tarde está para comer algo naranja. 

 




 * Paula Galdeano coordina un taller literario para adultos mayores en el marco de las propuestas vinculares del Centro de día Dr Barca (http://www.centrodedia.com.ar/)
 

miércoles, 8 de abril de 2015

Del día Titico al día Fuchutú

Hoy compartimos una lectura mágica: "El día Titico", escrito por Graciela Repún, ilustrado por Eleonora Arrollo y editado por Ediciones del Eclipse. 
Conocimos a los senguemeren, buscamos juntos la padanganga y leímos, reimos, preguntamos, soñamos en el Día de los Milagros. 

Tan titicados quedamos que nos dieron ganas de seguir jugando con las palabras. Y con ayuda de las letras combinadas como quisiéramos , inventamos palabras y significados nuevos. 







Después inventamos nuestra historia al modo Titico. Y esto es lo que nos quedó... 

-Tongo Tongo- saludamos los cachorrongos.
Hoy es el día Fuchutú y como todos los días Fuchutú, hoy comemos papas fritas con puré y salsa blanca.
El resto de los días comemos guiso de sueo.
El poderoso mago esconde su palabra mágica: “Omylybad”, dice.
Y de su galera sale bailando un gerommi.
- Tongo Tongo – saluda un guif. Y hace volar todas las cosas.
En eso llega serpenteando un laponoriboru y se trepa a los árboles gufí.
- Tongo Tongo- decimos los cachorrongos, y nos vamos a dormir.


miércoles, 1 de abril de 2015

Rarezas

Rareza, lo que se dice rareza, es que una araña no quiera tejer telas de araña sino coser con aguja e hilo.
O que un ratón odie el olor a queso. O que un gato persiga a un perro.

No, no nos volvimos locos. Lo que pasa es que leímos el libro "Rarezas" de Mario Méndez, ilustrado por Marcela Calderón, y sin darnos cuenta nos pusimos a imaginar un montonazo de casos raros como los que contaban los personajes del cuento.




Así también nació el curioso caso del elefante que tenía de mejor amigo a un ratón.
El rarísimo zombi que no comía cerebros porque era vegetariano.
¡Y hasta el camello que no soportaba el calor y se fue a vivir feliz al Polo Norte!






¿Les parece raro todo esto? 
No crean. Son cosas que pasan todo el tiempo en Rato Libro. 

Aunque usted no lo crea.